MUSICA

jueves, 28 de mayo de 2015

Expresiones y desarrollo del comportamiento sexual

En el límite de las formas aceptadas de conductas sexuales, se encuentran las llamadas expresiones del comportamiento sexual; como la masturbación, homosexualidad, hasta hace poco tiempo eran consideradas parafilias o perversiones de personas degeneradas o moralmente degradadas. La evolución ha hecho que estas conductas se admitan como válidas en el marco de los derechos hacia una sexualidad libre.
Sólo en los casos de conflicto del propio individuo con sus tendencias, o en aquellos en los que se pone en riesgo la integridad física y moral de terceros, podemos hablar de trastornos sexuales.
La mayor parte de las culturas tienen normas sociales sobre la sexualidad. Los tabúes sociales o religiosos pueden condicionar considerablemente el desarrollo de una sexualidad sana desde el punto de vista psicológico.


parafilias o perversiones

 De acuerdo a la definición del diccionario de la Real Academia Española, una parafilia es un desvío de índole sexual. Se trata de una conducta íntima donde el placer se obtiene mediante una actividad diferente a la relación sexual en sí misma.
Las parafilias son consideradas inofensivas, aunque hay excepciones. Ciertas parafilias pueden generar daños físicos y/o psíquicos en alguno de los participantes del acto sexual, como ocurre con la pedofilia.
 En concreto, se establece que una persona disfruta llevando a cabo una parafilia porque eso le supone gozar con uno o con los dos de los siguientes elementos:

Riesgo. El riesgo que trae consigo llevar a cabo una práctica sexual clasificada como parafilia supone que la persona en cuestión disfrute del mismo y cuente con una excitación mucho mayor.

Voluntad de poder. A través de una de estas prácticas, quien la lleva a cabo disfruta de una sensación de poder sobre la persona con quien la realiza, se siente por encima de ella y con capacidad para hacer lo que desea.

Cabe destacar que el parámetro para considerar si una conducta sexual es parafílica varía a lo largo de la historia y según la región. De este modo, prácticas que eran consideradas como parafílicas hace algunas décadas, hoy son aceptadas como normales y, por lo tanto, no se toman como desviaciones. 


Entre las parafilias más usuales:

la altocalcifilia (excitación por el calzado que dispone de tacones altos),
 la asfixiofilia (que consiste en provocar un estrangulamiento erótico), 
el bestialismo (donde la relación sexual contempla la participación de un animal),
 la coprolalia (estimulación sexual a partir de la utilización de términos soeces), 
el fetichismo (deseo mediante el empleo de objetos o partes corporales en la relación sexual),
 el masoquismo (placer vinculado al sufrimiento físico y a la humillación),
 la pedofilia (atracción por los niños), 
la podofilia (excitación por los pies) 
el sadismo (placer al generar dolor físico al otro).
la necrofilia, (placer mediante la práctica sexual con cadáveres)
Exhibicionismo (placer mostrando de manera deliberada y pública sus genitales).
Vouyerismo ( placer sexual mediante la visión de los genitales o de los actos sexuales que realizan otras personas).
Froteurismo (la satisfacción mediante el frotamiento de sus genitales con el cuerpo de otra persona.)
Cunnilingus (estimulación de los órganos genitales femeninos mediante la boca.)


transtornos de la personalidad teatrales y/o impulsivas

   EL TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD


La gran finalidad de una persona histriónica es no pasar inadvertida, causar sensación allá por donde vaya, ser importante. Los histriónicos se encuentran aburridos cuando están solos y desmoralizados si no consiguen atraer el interés de los demás. Son expertos en la teatralidad. Atraer la atención de los demás les hace sentirse importantes.
 Una forma de garantizarse el interés de los demás es ser de diferentes maneras según las personas con las que se interactúe.  son individuos egocéntricos e incluso ególatras, pero que esconden también grandes inseguridades y que no tienen su autoestima consolidada.
 Sólo le importa él y está preocupado por sí mismo. Es muy sociable y le encanta estar rodeado de gente, pero para ser el centro de interés y despreocupándose de la vida de los demás. Es  envidioso con aquellos que intentan eclipsarle.

Estas personas  se creen las personas más atractivas del mundo y no tienen reparos en ser provocativos e incluso inapropiados, pensando que los demás, realmente, están locos de deseo hacia ellas, cuando esto no tiene por qué ser así.








EL TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD

Esta es al verdadera esencia del narcisismo: estar plenamente convencido de que uno mismo es más válido y superior que otras personas, incluso de la mayoría o de la totalidad. El narcisista no ve a nadie por encima de sí mismo, sin embargo ve a muchísimos por debajo, pero no ya en el terreno en el que despunte, sino como persona en general.
Son individuos con una autoestima muy consolidada, muy sólida, en contra de lo que vulgarmente se dice. Esto no les hace mejores personas, porque a nivel interpersonal su funcionamiento es penoso.  El narcisista precisa considerarse en un plano superior a los otros porque no los soporta, porque se ha desvinculado afectivamente de ellos.
Los narcisistas, les falta empatía. Les importa bastante poco lo que les ocurra a las personas de su entorno aunque sean conocidas; sólo están preocupados por sí mismos. Los demás sirven únicamente para girar en torno a ellos, para alabarles y ratificar su grandiosidad.
 son individuos muy resentidos y que adoptan una actitud vengativa hacia los demás, gustándoles sobremanera hacer sentirse mal a los otros, para así ellos alimentar su ego y su superioridad. 








 EL TRASTORNO ANTISOCIAL

Son sujetos que disfrutan con el sufrimiento ajeno y que se sienten más superiores y mejor consigo mismos a medida que demuestran poder ante los demás. Su desprecio hacia la sociedad es inmenso y tienen sentimientos de rencor e incluso de repugnancia hacia sus congéneres; detestan  las demostraciones de afecto, la vulnerabilidad o la fragilidad. impera la ley del más fuerte.  Ellos no se sienten "uno más", sino alguien que intenta vivir su vida aprovechándose de los otros, al tiempo que descarga en ellos todo el odio que llevan dentro.
La mayoría de las cárceles y barrios marginales están llenas de personas antisociales, pero también hay individuos adinerados y de buena posición social que tienen rasgos antisociales aunque se hayan acostumbrado a ser "delincuentes de guante blanco".



    EL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD


 El trastorno límite se basa en la inestabilidad en diferentes ámbitos, sobre todo en el afectivo y el interpersonal.
La inestabilidad afectiva se produce en forma de cambios de ánimo muy notables y, exagerados. Estas emociones tan  variables, pueden llegar a puntos muy extremos: a romper cosas, pegarse con alguien o amenazar; el desánimo y la mala relación del sujeto consigo mismo, autolesiones, compensaciones de sufrimiento  son comportamientos que se llevan a cabo sin tener en cuenta las consecuencias.
La inestabilidad interpersonal , hace que el sujeto con trastorno límite de la personalidad puede idealizar y engancharse mucho a algunas personas, a las que considerará sus salvadoras. No obstante, su capacidad para sentirse decepcionado y su vulnerabilidad son tan grandes que reaccionará con mucha intensidad en caso de sentirse rechazado. Puede existir realmente dicho rechazo, aunque sea leve, pero muchas veces se trata de rechazos imaginados.
A veces se dan manifestaciones distintas de esta patología, a las que podríamos llamar "internalizantes" y "externalizantes". Muy brevemente, las primeras serían las de los individuos que no son conflictivos, que no vuelcan su ira hacia los demás pero que lo hacen de manera despiadada consigo mismos. Son los que tienen más riesgo de suicidio y/o de autolesiones, porque se autodesprecian . Los segundos, los "externalizantes", son personas que reaccionan de forma airada cuando detectan rechazos o abandonos. Aunque también vean muy mermada su autoestima o puedan sentirse culpables, proyectan en los individuos que están produciendo el desengaño toda su rabia e ira. Estos sujetos suelen meterse en peleas, chillar, montar "escenas", etc.