EL TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD
La gran finalidad de una persona histriónica es no pasar
inadvertida, causar sensación allá por donde vaya, ser importante. Los histriónicos se encuentran
aburridos cuando están solos y desmoralizados si no consiguen atraer el interés
de los demás. Son expertos en la teatralidad. Atraer la atención de los demás
les hace sentirse importantes.
Una forma de garantizarse
el interés de los demás es ser de diferentes maneras según las personas con las
que se interactúe. son individuos
egocéntricos e incluso ególatras, pero que esconden también grandes
inseguridades y que no tienen su autoestima consolidada.
Sólo le importa él y
está preocupado por sí mismo. Es muy sociable y le encanta estar rodeado de
gente, pero para ser el centro de interés y despreocupándose de la vida de los
demás. Es envidioso con aquellos que intentan eclipsarle.
Estas personas se
creen las personas más atractivas del mundo y no tienen reparos en ser
provocativos e incluso inapropiados, pensando que los demás, realmente, están
locos de deseo hacia ellas, cuando esto no tiene por qué ser así.
EL TRASTORNO NARCISISTA DE
LA PERSONALIDAD
Esta es al verdadera esencia del narcisismo: estar
plenamente convencido de que uno mismo es más válido y superior que otras
personas, incluso de la mayoría o de la totalidad. El narcisista no ve a nadie
por encima de sí mismo, sin embargo ve a muchísimos por debajo, pero no ya en
el terreno en el que despunte, sino como persona en general.
Son individuos con una autoestima muy consolidada, muy
sólida, en contra de lo que vulgarmente se dice. Esto no les hace mejores
personas, porque a nivel interpersonal su funcionamiento es penoso. El narcisista precisa considerarse en un
plano superior a los otros porque no los soporta, porque se ha desvinculado
afectivamente de ellos.
Los narcisistas, les falta empatía. Les importa bastante
poco lo que les ocurra a las personas de su entorno aunque sean conocidas; sólo
están preocupados por sí mismos. Los demás sirven únicamente para girar en
torno a ellos, para alabarles y ratificar su grandiosidad.
son individuos muy
resentidos y que adoptan una actitud vengativa hacia los demás, gustándoles
sobremanera hacer sentirse mal a los otros, para así ellos alimentar su ego y
su superioridad.
EL TRASTORNO ANTISOCIAL
Son sujetos que disfrutan con el sufrimiento ajeno y que se
sienten más superiores y mejor consigo mismos a medida que demuestran poder
ante los demás. Su desprecio hacia la sociedad es inmenso y tienen sentimientos
de rencor e incluso de repugnancia hacia sus congéneres; detestan las demostraciones de afecto, la vulnerabilidad
o la fragilidad. impera la ley del más fuerte. Ellos no se sienten "uno más", sino
alguien que intenta vivir su vida aprovechándose de los otros, al tiempo que
descarga en ellos todo el odio que llevan dentro.
La mayoría de las cárceles y barrios marginales están llenas
de personas antisociales, pero también hay individuos adinerados y de buena
posición social que tienen rasgos antisociales aunque se hayan acostumbrado a
ser "delincuentes de guante blanco".
EL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD
El trastorno límite
se basa en la inestabilidad en diferentes ámbitos, sobre todo en el afectivo y
el interpersonal.
La inestabilidad afectiva se produce en forma de cambios de
ánimo muy notables y, exagerados. Estas emociones tan variables, pueden llegar a puntos muy
extremos: a romper cosas, pegarse con alguien o amenazar; el desánimo y la mala
relación del sujeto consigo mismo, autolesiones, compensaciones de sufrimiento son comportamientos que se llevan a cabo sin
tener en cuenta las consecuencias.
La inestabilidad interpersonal , hace que el sujeto con
trastorno límite de la personalidad puede idealizar y engancharse mucho a
algunas personas, a las que considerará sus salvadoras. No obstante, su
capacidad para sentirse decepcionado y su vulnerabilidad son tan grandes que
reaccionará con mucha intensidad en caso de sentirse rechazado. Puede existir
realmente dicho rechazo, aunque sea leve, pero muchas veces se trata de
rechazos imaginados.
A veces se dan manifestaciones distintas de esta patología,
a las que podríamos llamar "internalizantes" y
"externalizantes". Muy brevemente, las primeras serían las de los
individuos que no son conflictivos, que no vuelcan su ira hacia los demás pero
que lo hacen de manera despiadada consigo mismos. Son los que tienen más riesgo
de suicidio y/o de autolesiones, porque se autodesprecian . Los segundos, los
"externalizantes", son personas que reaccionan de forma airada cuando
detectan rechazos o abandonos. Aunque también vean muy mermada su autoestima o
puedan sentirse culpables, proyectan en los individuos que están produciendo el
desengaño toda su rabia e ira. Estos sujetos suelen meterse en peleas, chillar,
montar "escenas", etc.
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