MUSICA

jueves, 28 de mayo de 2015

transtornos de la personalidad teatrales y/o impulsivas

   EL TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD


La gran finalidad de una persona histriónica es no pasar inadvertida, causar sensación allá por donde vaya, ser importante. Los histriónicos se encuentran aburridos cuando están solos y desmoralizados si no consiguen atraer el interés de los demás. Son expertos en la teatralidad. Atraer la atención de los demás les hace sentirse importantes.
 Una forma de garantizarse el interés de los demás es ser de diferentes maneras según las personas con las que se interactúe.  son individuos egocéntricos e incluso ególatras, pero que esconden también grandes inseguridades y que no tienen su autoestima consolidada.
 Sólo le importa él y está preocupado por sí mismo. Es muy sociable y le encanta estar rodeado de gente, pero para ser el centro de interés y despreocupándose de la vida de los demás. Es  envidioso con aquellos que intentan eclipsarle.

Estas personas  se creen las personas más atractivas del mundo y no tienen reparos en ser provocativos e incluso inapropiados, pensando que los demás, realmente, están locos de deseo hacia ellas, cuando esto no tiene por qué ser así.








EL TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD

Esta es al verdadera esencia del narcisismo: estar plenamente convencido de que uno mismo es más válido y superior que otras personas, incluso de la mayoría o de la totalidad. El narcisista no ve a nadie por encima de sí mismo, sin embargo ve a muchísimos por debajo, pero no ya en el terreno en el que despunte, sino como persona en general.
Son individuos con una autoestima muy consolidada, muy sólida, en contra de lo que vulgarmente se dice. Esto no les hace mejores personas, porque a nivel interpersonal su funcionamiento es penoso.  El narcisista precisa considerarse en un plano superior a los otros porque no los soporta, porque se ha desvinculado afectivamente de ellos.
Los narcisistas, les falta empatía. Les importa bastante poco lo que les ocurra a las personas de su entorno aunque sean conocidas; sólo están preocupados por sí mismos. Los demás sirven únicamente para girar en torno a ellos, para alabarles y ratificar su grandiosidad.
 son individuos muy resentidos y que adoptan una actitud vengativa hacia los demás, gustándoles sobremanera hacer sentirse mal a los otros, para así ellos alimentar su ego y su superioridad. 








 EL TRASTORNO ANTISOCIAL

Son sujetos que disfrutan con el sufrimiento ajeno y que se sienten más superiores y mejor consigo mismos a medida que demuestran poder ante los demás. Su desprecio hacia la sociedad es inmenso y tienen sentimientos de rencor e incluso de repugnancia hacia sus congéneres; detestan  las demostraciones de afecto, la vulnerabilidad o la fragilidad. impera la ley del más fuerte.  Ellos no se sienten "uno más", sino alguien que intenta vivir su vida aprovechándose de los otros, al tiempo que descarga en ellos todo el odio que llevan dentro.
La mayoría de las cárceles y barrios marginales están llenas de personas antisociales, pero también hay individuos adinerados y de buena posición social que tienen rasgos antisociales aunque se hayan acostumbrado a ser "delincuentes de guante blanco".



    EL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD


 El trastorno límite se basa en la inestabilidad en diferentes ámbitos, sobre todo en el afectivo y el interpersonal.
La inestabilidad afectiva se produce en forma de cambios de ánimo muy notables y, exagerados. Estas emociones tan  variables, pueden llegar a puntos muy extremos: a romper cosas, pegarse con alguien o amenazar; el desánimo y la mala relación del sujeto consigo mismo, autolesiones, compensaciones de sufrimiento  son comportamientos que se llevan a cabo sin tener en cuenta las consecuencias.
La inestabilidad interpersonal , hace que el sujeto con trastorno límite de la personalidad puede idealizar y engancharse mucho a algunas personas, a las que considerará sus salvadoras. No obstante, su capacidad para sentirse decepcionado y su vulnerabilidad son tan grandes que reaccionará con mucha intensidad en caso de sentirse rechazado. Puede existir realmente dicho rechazo, aunque sea leve, pero muchas veces se trata de rechazos imaginados.
A veces se dan manifestaciones distintas de esta patología, a las que podríamos llamar "internalizantes" y "externalizantes". Muy brevemente, las primeras serían las de los individuos que no son conflictivos, que no vuelcan su ira hacia los demás pero que lo hacen de manera despiadada consigo mismos. Son los que tienen más riesgo de suicidio y/o de autolesiones, porque se autodesprecian . Los segundos, los "externalizantes", son personas que reaccionan de forma airada cuando detectan rechazos o abandonos. Aunque también vean muy mermada su autoestima o puedan sentirse culpables, proyectan en los individuos que están produciendo el desengaño toda su rabia e ira. Estos sujetos suelen meterse en peleas, chillar, montar "escenas", etc.






No hay comentarios:

Publicar un comentario